Hay muchas personas que siguen creyendo en el prejuicio de que ir al psicólogo es “cosa de locos”, que es solo una opción para aquellos con enfermedades mentales y existe mucho tabú a la hora de confesarlo.
Sin embargo, te comparto que cuando sentimos molestias, dolor o que algo en nuestro cuerpo no está bien, acudimos al médico. De seguro, vas por lo menos una vez al año al oftalmólogo a revisarte la vista, al dentista a revisarte los dientes o adonde cualquier otro especialista. Pero, la mayoría de veces no actuamos igual cuando nos sentimos mal emocionalmente; los pasamos por alto creyendo que mejoraran por si solos o que con el tiempo desaparecerán.
No existen reglas o un tiempo determinado para acudir al psicólogo, eso depende de cada persona. Por eso es importante entender que la razón principal por la que una persona va a terapia psicológica básicamente es porque no se encuentra bien consigo misma, ya sea en lo emocional o en lo físico
Debemos visitar al psicólogo cuando detectamos que uno o varios problemas bloquean nuestra vida inundándola de sensaciones desagradables, impidiéndonos disfrutar de sus aspectos positivos o placenteros. Asimismo, a continuación te dejo un listado que podría orientarte:
Cada persona que decide asistir adonde un psicólogo lo hará por sus propias razones. Por lo general, cuando atravesamos una situación que parece sobrepasarnos, y para la que quizás no nos están resultando tan eficaces nuestros propias recursos, es cuando buscamos ayuda profesional.
Por lo tanto, lo que muchas veces se espera de la terapia psicológica viene influido por nuestro contexto cultural, por los comentarios de amigos que acuden o han acudido a uno. En concreto, la terapia psicológica viene siendo un proceso de cambio, en el cual el protagonista es la persona que consulta, y el rol del psicólogo, es desde sus conocimientos; asesorar, apoyar y guiar para conseguir los cambios según los objetivos propuestos.